Sueño cumplido

La fiesta fue completa, hubo sobresaltos pero esto no altero el desenlace que la mayoría suponía. De un lado el líder, Nirvana, del otro Envergadura, un equipo que divulga por la mitad de la tabla. El compromiso era vital si el tacho quería conseguir de una vez por todas el tan ansiado titulo. La tensión en el estadio era absoluta, todos querían festejar, pero nadie se animaba a descorchar antes de tiempo.
Los equipos están en la cancha, de un lado los aurinegros abrazados, en su típico ritual, escuchando las palabras de su capitán, Tato. Todos están concentrados, todos quieren entrar en la historia del club. Envergadura ya acomodado, da gritos de aliento, gritos que le amarguen el día a Nirvana.
Los de Ramos formaron con: Pato; Ojón, Rulo, Gera; Salvi, Tato, Lichi; Juanma y Ema. Larguito quedaba en el banco por disposición del flamante técnico.
El partido comenzó y transcurría como era de suponerse, Nirvana tenia la iniciativa, era el protagonista. Envergadura intentaba aguantar el chaparrón, que todavía no era intenso, y de contraataque intentaba lastimar al aurinegro quien se mostró muy sólido.
Todo estaba pintado de negro y amarillo, me animaría a decir que hasta el cielo vestía esos colores. El nerviosismo silenciaba a la gente y los apretaba como dejándolos sin aire. Los murmullos se hacían cada vez más intensos y mucho mas luego de que en una infortuita jugada, Envergadura se ponía 1 a 0. Los rostros de los jugadores se transformaron, la gente ya no quería mirar, el pasado venia al presente, los fantasmas aparecían de vuelta y rodeaban la cancha. Cuando todo parecía cocinadito para que Nirvana lograra su primer titulo, aparecía quien sabe quien para empezarle a robar la ilusión, la alegría. A partir de ahí todo se hizo borroso. Envergadura se tiro mas atrás que de costumbre y se aferró al juego defensivo para cuidar el pobre resultado. Nirvana se desordeno completamente y empezó de forma desesperada a buscar el empate que le devolviera la tranquilidad perdida. Las ideas no se caían y el tiempo transcurría, todo daba a indicar que la tarde aurinegra se volvía demasiado oscura, es como si le hubiesen robado el amarillo que los iluminaba. Pelotazo para acá, pelotazo para allá, y nada concreto, los intentos rebotaban contra el muro armado por los ahora nueve defensores visitantes. La mas clara de este primer tiempo para lo los del sur fue un remate que se le escapo al arquero, la pelota quedo paseándose por el área chica pero nadie pudo meterla adentro del arco, en consecuencia un defensor la tiro demasiado lejos como para darle otra posibilidad al tacho. Él arbitro miro su reloj y aburrido del partido, decide sin dudarlo demasiado dar por terminada esa primera etapa.
En el entretiempo, que duro mas de lo previsto, se hablaron los errores a corregir, se motivaron, se animaron, se putearon, se unieron y salieron a jugar el segundo tiempo de la forma que jugaron todo el campeonato: Como un equipo.
Ya de vuelta en la cancha, solo faltaba que él arbitro diera la señal que iniciara este segundo periodo. En Nirvana un cambio, Larguito por Ema. El partido vuelve a comenzar y el tacho recupera rápidamente el balón y empieza su expedición al campo contrario. Ahora si, Nirvana era más punzante, llegaba por afuera y por adentro, tiraba centros y pateaba al arco. En tan solo cinco minutos había arrinconado a su rival en su área. Solo faltaba esa cuota de suerte que les diera el empate. Los laterales caían al área como centros, los roces eran cada vez más profundos, todo era de Nirvana.
Promediaba la mitad del segundo tiempo, y tato recibe la pelota de los pies de Ega, quien había recuperado segundos antes; el capitán giro y comenzó a trasladar el balón, cruzo la mitad de la cancha y levanto la cabeza, amago a tirar un pelotazo cruzado, pero metió un pase en profundidad a Juanma quien sacándose a un hombre de encima definió cruzado ante la salida del arquero. La cosa estaba uno a uno, los cuerpos de los hinchas recuperaban el alma, así como la ilusión. Nirvana empataba y se aseguraba el primer puesto, pero no estaba conforme e iría por más. El tacho estaba jugadísimo en ataque y Envergadura tuvo una chance a la cual Rulo le saco el peligro. El aurinegro iba e iba hacia el arco rival. De repente foul, y todos fueron a cabecear, era el chance de dar la vuelta. El centro callo desde la derecha, impulsado por Tato, y fue directo a la cabeza de Lichi, quien cabeceo hacia el arco, donde el arquero logro desviarla al corner. En el área estaban hasta los hinchas, el delirio era increíble. Las uñas ya comidas, crecían para ser comidas nuevamente. Hasta él mas pesimista presentía que el gol se acercaba. Desde la izquierda el corner lo ejecuto Nicolás Gargiulo, que había ingresado hacia 5 minutos. La pelota no pudo ser retenida por el arquero y el rebote fue capturado por el capitán aurinegro fuera del área, tras un amague se saco a un hombre de encima, pero otro le toco la pelota. El balón reboto en Tato pero la picardía y las ganas de dar la vuelta, hicieron que el capitán agarrara la redonda y la acomodara e el vértice derecho, otra vez corner. Los rivales no lo podían creer, había sido un claro saque de arco. Tato levanto la cabeza y tiro un centro ni muy bajo ni muy alto, que se encontró con Larguito en el recorrido. El flaco rubio y goleador desvió la pelota pero en la línea un defensor logra cambiarle el rumbo, pero esperen la pelota se esta metiendo, si si si, goooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooool, sí señores, goooooooooooool de Nirvana. Delirio, emoción, llanto, bronca, todo estaba resumido en los gritos de los jugadores e hinchas, pocos lo podían creer, en tan solo 2 minutos se paso de ser culpable s inocente. Nirvana estaba a minutos de dar la vuelta, poco le quedaba al partido. Las tribunas a esta altura ya eran indescriptibles, el tacho ganaba dos a uno. La gente cantaba, festejaba, se emocionaba, se abrazaba con el de al lado sin conocerlo, era todo una fiesta, la angustia ya se había tragado por la saliva seca y el rostro de todos ya no era el mismo, se habían borrado las arrugas. En el palco la familia Ramos estaba emocionada, los plateistas le agradecían al fundador y presidente de la institución, los hinchas se querían meter a la cancha para llevarse a casa un regalo, la familia de los jugadores disfrutaban el momento. El reloj no se movía. El final del partido estaba cada vez mas lejos. A nadie le importaba si alguno daba mal un pase, todos querían el silbatazo final que pusiera en la cima al equipo por primera vez en la corta historia de existencia.
Todos estaban alborotados, de repente un silbato indica un foul, era para los del sur. Tato estaba en el piso y no se quería levantar. Le pedía al arbitro la asistencia de los médicos, le pedía la hora. De repente él arbitro le dio la espalda al jugador y cuando tal vez nadie se lo esperaba, el hombre vestido de negro señalo la mitad de la cancha y dio dos silbatazos que indicaban el final del partido.
Nirvana era campeón. Nirvana es el campeón. Porque fue el mejor, porque gano los partidos importantes y los no tanto, porque tiene la valla menos vencida, porque tiene al mejor jugador del campeonato, porque nunca bajo los brazos, porque fue solidario, mostró compromiso, se esforzó, trabajó, fue un equipo. Fue campeón por muchas cosas acumuladas. El objetivo esta cumplido. El sueño también.